Una de las verdades que esgrimía mi viejo era que entrar a
Prefectura o alguna de las FFSS o FFAA, significaba un sueldo
seguro todos los meses y cobertura social, y en otro lugar eso no se
consigue.
Miro ahora las notas que cuentan
sobre diez cuadras de cola para aspirar a un puesto de guardia
cárcel, y me cuesta no acordarme de las palabras de mi viejo.
Esta semana también, Alberto
Fernández estuvo en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, dónde
le hicieron entrega de una
solicitada de apoyo, firmada
por más de 8800 científiques y universitaries.
En una nota de hoy 4 de agosto de El
cohete a la luna,
Alberto Kornblihtt, cuenta que le preguntaron si ésta
solicitada, era en respuesta por la solicitada en apoyo a Macri, y él
responde:
“No, la recolección de firmas de la nuestra empezó semanas
antes de la publicación de la solicitada de los macristas; pero eso
sí, hasta la publicación de la de ellos, nosotros teníamos 4000
firmas, pero después hubo una explosión y llegamos a más de 8700.”
Y agrega:
“El ellos y nosotros
de mi respuesta al periodista no son categorías arbitrarias de una
grieta eliminable. Son dos posiciones y dos compromisos diferentes
con la realidad, que vienen desde los tiempos de Espartaco y que, por
suerte, han dividido al mundo en dos fuerzas antagónicas sin cuyo
enfrentamiento no habría conquistas populares ni sociales, ni
económicas. La esencia del nosotros está en
un párrafo de la solicitada:
Queremos contribuir, con nuestro voto y nuestra voz, a un
contundente triunfo electoral que cierre definitivamente la etapa de
restauración conservadora abierta en 2015, que condena a nuestro
país al atraso, al endeudamiento y a la pobreza.”
Todo
el sentido de que yo cuente acá cosas que tienen que ver con mi
padre, vienen a cuenta porque lo personal es político. Y el
compromiso que yo asumí, desde un lugar practicamente insignificante
es el de aportar mi testimonio que puede sumar, como otro granito de
arena.
Siempre
cuestioné la mirada del mundo que tenía mi padre. Antes de ser
conciente que él
fue cómplice y partícipe de una dictadura genocida, yo discrepaba
totalmente con su pensamiento. El hablar de un sueldo seguro no me
cerraba como proyecto de vida.
Se
me cagaba de risa cuando yo le decía que la guita no era lo único
importante, y cuando hablaba del gobierno de Carlos Saul primero, y
le decía que estaban haciendo mierda el país, él me decía que no
le importaba porque él tenía “la heladera llena”.
Cuando
yo hablaba de amor, se me cagaba de risa, y me decía que “con el
contigo
pan y cebolla
nos
iban a comer los piojos”.
Cuando
yo decía que los que cortaban la ruta era porque estaban sin laburo,
él decía que esos negros de mierda van a cortar rutas porque no
quieren laburar y que hay que matarlos a todos.
Así
mil ejemplos de ese “ellos y nosotros” de los que habla, mucho
mejor que yo, Kornblihtt.
En
la casa de mis viejos había un “el y yo”, expresando
cada uno del “ellos y nosotros”, y me llevó
muchisimo tiempo el entender que existía este nosotros, porque
cuando uno se cría con esos mandatos, cuesta un montón romperlos y
vislumbrar otra realidad.
Porque
“los políticos son todos mentirosos”, “la
gente es mala”,
y tantas cosas que vienen martillando, el pajarito picaseso como
dijo Cristina.
Y
yo que no podía sentir las cosas de esa manera, estaba siempre sola,
porque en algún momento tomé la decisión y me dije: Yo no soy así.
Mi
viejo es así, y yo no lo voy a cambiar, pero yo no soy como él, y
él no me va a cambiar a mi.
Mi
decisión de vida fue, que iba a confiar
en las personas, y obvio, si me traicionaban esa confianza, no
volvería a confiar. Y no fue una decisión ingenua, no. Soy
conciente, pero elijo confiar, porque soy confiable. Yo no traiciono,
no miento, no especulo, y no trato
de ventajear a nadie.
Son
decisiones de vida y de conciencia, y las
tomé.
Y
después, viene el pensamiento… yo no soy
una isla, no puedo ser la única que tenga esta forma de ver… y con
el tiempo fui conociendo personas, y así como me cagaron lindo,
también conocí personas increíbles, que por suerte siguen estando
cerca.
Y
después viene la parte de que conozco
personas,
que
resulta
que forman parte de alguna organización política, y
que hablan
de los mismos valores y sentimientos en los que creo. Y por ahí
resulta que un gobierno hace cosas que tiene que ver con esos
valores.
En
estos últimos dos años que salí a hablar
como hija de milico, parte de los cuales estuve con les compas de
Historias Desobedientes, conocí muchas personas militantes de años,
y como digo en algún texto anterior, esos que supuestamente eran el
enemigo, son les que me enseñaron del amor, o mejor dicho, de que el
amor es algo real.
Fui
recibida con amorosidad por personas que llevan el dolor, causado por
acción o complicidad de mi padre, y que lo hicieron lucha.
Y
hoy mismo me cruzo con personas que cuando le hablas de esto te miran
con desconfianza, y que tienen como norma de vida, la dureza, la
impronta de que no se exponen los senitmientos, que la capacidad de
sentir empatía es una debilidad, y los miro desde la que yo fui
antes, y entiendo, por un lado el miedo que da, mostrar lo que sentís
y bancarlo.
Y
también noto que esa misma incapacidad de sentir empatía es la que
hace que se caguen en todes. La cobardía es más fácil que el
desafío a ese mandato de mierda que picasesean constantemente, todos
los comunicadores de “ellos”.
Por
eso cuando se habla de que, estos que nos gobiernan, son la mano
civil de la dictadura, no es una metáfora. Ellos son los ideólogos,
son los que fabrican el aparato comunicacional que hace que una gran
porción de la sociedad hable de negros de mierda, o que se embarazan
por un plan, o el que hace que una jueza, apruebe una adopcion
prenatal, porque todos ellos creen
a la otra persona como un ser inferior, algo despreciable, y que no
tiene derecho a nada.
Lo
sé perfectamente, me lo quiso enseñar mi viejo desde que nací.
Por
eso “ellos y nosotros”.
Y
volviendo a “un sueldo seguro todos los meses”, creo que tenemos
que tomar decisiones que son jugadas, y tienen que ver con que no se
puede aceptar hacer cualquier cosa con tal de tenerlo.
Y
no estoy hablando desde una posición privilegiada, nada que ver…
estoy pasando por momentos muy dificiles económicamente hablando.
Pero
sostengo no podemos hacer cualquier cosa “por un sueldo seguro
todos los meses”.
Hay
ejemplos de sobra de lo que no se debe hacer, periodistas, trolls,
policías, gendarmería, y ffss, comunicadores en general que por
una moneda condenan a sus propies conciudadanes al hambre y la
miseria, y hasta a la muerte. Si el PAMI finalmente deja de cubrir
las diálisis esas personas se mueren. Como ya se murieron tantes por
abandono del estado. Y eso no se puede justificar de ninguna manera.
Creo
que hay que cuestionar seriamente este órden establecido que permite
que la decisión de unos pocos condene la vida de les demás.
Ellos
y nosotros.
Y
lo fundamental es entender en qué lugar está cada une.
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